teannysantos

Condenados

En sus piernas llevaba la marca de la condena,
todo aquel que en ella caía, en el fuego de las llamas ardía,
eran condenados con besos y caricias,
calcinados por la pasión que desprendía. Con sus labios, mirada y sonrisa picara,
hacia doblegar la voluntad de un santo y poner de rodillas
a cualquier espanto.
Su lengua viperina, excitaba al más duro, hombres y mujeres bajo el hechizo de sus encantos caían,
deseosos por ser condenados y exiliados a las mismas cadenas
del placer del pecado.
Afortunados aquellos que probaban su lujuria,
pues disfrutaban de la misma gloria.
Pobres de aquellos que en el
caían, porque olvidarle no podían,
deseosos de repetir el ciclo, sin importar
donde acabarían.