Dicen que escribo poemas bellos.
No sé si saben,
que han destrozado mi interior
para poder hacerlos.
Siento en el alma tal dolor
que huir quisiera de la vida,
marcharme lejos.
Al otro lado del océano,
donde los muertos.
Jamás quiero que sepas
de dónde vengo,
como me tuve que aferrar
al imposible viento,
para poder sobrevivir
a aquel horror,
que destrozó mi corazón por dentro.
Yo sé que no estoy bien,
que si miras un poco,
verás tanta ansiedad,
tanta locura, tanto miedo.
Tras las huellas sin retorno
de esa felicidad
que persigo y no encuentro,
se esconde el alma de una niña,
que no supo crecer
en el infierno.
Lo siento amor,
de verás que lo siento.
hubiera dado todo por conocerte,
construir juntos nuestro tiempo.
Pero ya no es posible,
yo ya te juro que luchar no puedo.
Me cansé, tantos años persiguiendo la luz
y no la veo.
Estará allá, a lo lejos,
detrás de las estrellas y la luna.
O aquí en mi corazón,
dónde anida el silencio.
Vivir se llama a todo,
con hambre, sin amor,
con tristeza y dolor.
Pero yo pienso
que vivir no es eso.
Quizás es ya muy tarde para mí,
quizás encuentre un día
un cielo más hermoso,
más justo, más humano.
O sea tan solo un sueño,
que algunos sin querer, soñamos.
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