yito

Viejos.

 

 

De aquellos primeros años

tan solo quedan  recuerdos,

que suelen volverse lerdos

y aparecen con engaños.

En cuerpos que son extraños

guardan sus sueños los viejos.

Por caminos desparéjos

se les escapan los días

llevando las   melodías

de un ayer que ya está lejos.

 

Ven ellos que el horizonte

se acerca con disimulo

sabiendo que será nulo,

el refugiarse en el monte.

Vivir es ser polizonte

de barcos con un destino.

Juzgan sus vidas con tino

perdonando desaciertos

y al futuro de estar muertos

aceptan sin desatino.