Jhon Deivy Torres Vidal

NO TENÍA ALMA

No pude mirar los ojos de su alma

porque no tenía alma y en sus ojos

habían espejos rotos y vacíos

cuyos fragmentos heríanse a si mismos.

Vestía sensualmente, era una dama

con bucles, sonrisa gélida y adornos,

pero miraba revelando abismos.

Por alma poseía un frágil trono

que transmitía destellos de su drama.