walter rafael aguero gomez

Aquella noche que tú iluminaste.

Aquella noche,

vestida de tristeza,

fuiste un pequeño rayo

que disipó de mi mente

la confusión.

Me desnudé;

solté mis creencias.

Me deslastré

de los recuerdos;

abrí mi mente.

Me hice dueño

de mi existencia.

Con la pasión

y la emoción de un niño,

experimenté lo simple,

lo real.

Miré al cielo;

luego,

hundí mis pies en la tierra...