JoseAn100

La juventud rendida.

Tengo un amigo que se llama Mario,

tiene 23 años y cierta ya tristeza en la mirada,

es Licenciado en Educación Física y un montón de cursos que dan mareo,

sin embargo sus trabajos son rutinarios, mal remunerados con límite a la nada.

 

Creo que es un fenotipo de su generación,

enorme dificultad en tener un salario mucho menos que digno,

cierta rabia e impotencia con moderación,

aun así con educación exquisita y talante magnánimo.

 

Es el socorrista los fines de semana cuando yo nado,

me mira siempre con atención y cierto a la vez sopor,

lucha por mejorar y salir del ostracismo y salarios de miseria,

no refleja aunque yo lo percibo cierto dolor.

 

Mario refleja la tristeza de mi país,

gente joven sobradamente preparada pero algo impotente,

ante un mercado laboral cerrado a la inexperiencia y con salarios de miseria,

que no sabe expresar su rabia impotente.

 

Mario me enseña otra realidad,

otros techos de cristal para los no enchufados,

que no consiguen encontrar trabajos dignos a pesar de su terquedad,

maldito país de mierda que quita la esperanza a sus jóvenes más cualificados.