Jhontini Mauro

ENFERMOS DE MUERTE...

 

Que ilusos somos al creer que soñamos, mientras vivimos, el sueño que sueña despierto  la verdad relativa de esta realidad de mentiras de un mundo que es tan perfecto que se destruye así mismo, alejado de Dios, a través de un progreso que avanza hacia atrás y se hace a la tarea de rescatar a las almas perdidas en el laberinto de la ingenuidad para que se permitan ser fácilmente vendidas a la avaricia de la humanidad, que dulcemente sonríe de hipocresía; disfrazada de bondad y vestida de oro. Ocupando el puesto de tesoros soterrados por el olvido de tiempos de luz en los que la valentía del espíritu persistía y la justicia extinta defendía a los débiles y a los inocentes de la desigualdad y de la injusticia de aquellos que abusan del poder; adictos a la sed de control, de dominio y del placer de sentirse dueños de un todo de vanidades que se desvanecen como se desvanece esta ilusión que llamamos vida y que tan solo dura la poca ventaja que nos otorga la muerte hasta hacerse presente y reinar para siempre; durante una eternidad de arrepentimiento, soledad, oscuridad y olvido…