caballo negro

QUIERO APOYAR MI CABEZA EN TU HOMBRO. (por el día del padre)

Quiero apoyar mi cabeza en tu hombro, señor;

y dormir profundamente o desahogar mi tristeza,

resguardarme tras tus brazos y aliviar mi dolor,

sentir que es tu hombro, todo amor y fortaleza.

 

Quiero apoyar mi cabeza en tu hombro, señor;

Y sentirme muy seguro y saber que es mi refugio;

¡que no importa el agresor, me protegerá tu hombro

fuera cual fuera el mal, fuera cual fuera el presagio!

 

Quiero apoyar mi cabeza en tu regazo, señor;

y dormirme a sabiendas que tu vigilas mi sueños.

¡Que en horribles pesadillas tu mano por mi cabeza

pasaras de forma tierna!, y si un sueño grato es;

sé que con tu mano buena, me acariciaras también.

 

Quiero sobre ese tu hombro volver a soñar despierto,

pensar que el ligero viento puede regresar el tiempo…

¡Y volver a ser tu niño!  donde inquieto y en mis juegos

soñaba ser como tú y tenia de gloria mil sueños.

 

Quiero apoyar mi cabeza en tu hombro, señor;

pero ahora sin tristeza, desesperación o temor,

¡Sino solo con cariño, con respeto y con amor,

para decirte que el niño en hombre se convirtió!

 

Y que aún guarda la ilusión, muy dentro en su corazón,

a pesar que es mayor, de algún día a su padre parecer,

¡Y que si mi Dios lo quiere y llego a ser padre también!,

Ver a mi hijo crecer y escuchar, quizá en alguna ocasión

que le aflore el sentimiento, decir tierno y con cariño;

“Quiero apoyar mi cabeza en tu hombro, señor”… Al igual que lo hago yo.