Marah

Añoro tu presencia

Tal besan las espumas la arena de la playa

las perlas de tu boca calaron en mi pecho,

mis ojos se durmieron, mi piel sintió la llama

de vida, de pasiones…¡qué dulce fue tu aliento!

 

Cual duende enamorado te siento por la casa:

mi canto tiene el Sol que diérame tu verso

y llevan mis cabellos tu flor de filigrana:

de tantos cordoncillos que pudo atar mi cuerpo.

 

¡Espero de tu césped abono en mis jardines:

la prímula preciosa, los cánticos de amores,

los besos ardorosos, abrazos de gigantes,

 

tu voz de terciopelo, tu música sublime!

¡Tal vibra en las alturas la fiesta de los Dioses

resuenan los alegro de nuestros adamares!