Rafael Mau

Amoriste

Ajenos al tiempo, Muerte propia.

Deseamos lo que no es nuestro,

por algo amamos la vida.

 

He vuelto a ser un don nadie,

He vuelto a un lugar donde nadie tiene un don.

 

Entraste a mi corazón bailando,

Cada paso resonaba en un latido.

 

Débil es el hombre que no llora.

Tus lágrimas eran un rocío,

Envidia hacia las plantas.

 

Al conocerte me obsesioné con los diamantes.

Creía que el cerebro y corazón no estaban conectados,

Hasta que con uno pensé en ti y el otro se acelero, al mismo tiempo.

 

Ojalá te hubiera conocido cuando eras un desierto.

Usando la poesía termine limpiando sentimientos.

Prometí amarte, la muerte es fría,

Y la muerte termino amándote.

 

Aspiro a inspirarme en ti,

Que aspirar el humo.

 

Las letras se ven, los poemas se sienten.

Lo nuestro no fue perfecto,

y nunca quise que así fuera,

Porque lo perfecto no mejora,

y lo nuestro mejoraba cada día,

Cada día mejor que el anterior,

Y cada sonrisa más llena que la luna.

 

No quiero dar la vuelta al mundo,

Quiero dar la vuelta a tu mundo.

 

Nunca conociste la oscuridad,

Si solo te la pasabas viendo tu interior.

Bebí tu imagen, me embriagué de tu presencia.

El amor es la única arma que daña el alma.