BryanGomez

Sonidos rutinarios.

 

Somos sacos de sangre,

buscando canalizar nuestros días,

entre la materia inerte
 que nos engendramos perdida...

 

Delicado Infarto, entre un jueves de Marzo.

Pánico impaciente, desperdicio inútil.

 Tormenta de calma mortal 

cayendo por la barranca del suspiro.

 

Me encuentro, otra vez
en algún florido cuarto, lleno de luz mental,

es la única salida que queda después del sacrificio,
y en este momento sombras corriendo por mi espalda.

 

Ciego; por poco un lunático.

Vaya conclusión interrogativa.

Y luego dime a que hora puedo dormir,

con tanto silencio descansando en mi almohada.

 

Oscilaciones en el mismo santuario,

 detrás del armónico día,
  Para inconciente perderme…

olvidando escandaloso silencio que deja la vida.

 

 

 

 

 

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