En esta tarde triste, de negros pensamientos
Que cruzan por mi mente, quisiera platicar.
Me siento desolado, ligero como el viento,
No sé de que manera mis penas desahogar
Hubo en tiempos pasados amores en mi vida,
Y todos me entregaron solo dicha y pasión.
Y yo caballeroso su amor correspondía
Repartiendo entre ellas todo mi corazón.
Todas dejaron huella, de aquel bello pasado
Aun guardo en mi memoria con inmenso placer.
Fueron tiempos hermosos, sentirme bien amado
Era lo más glorioso que me pudo suceder.
Pero llegó a mi vida un ser maravilloso,
Con una luz interna que iluminó mi ser.
Y germinó en mi alma un amor esplendoroso,
Siendo correspondido, ella fue mi querer.
Que bella era la dama, que hermosos ojos verdes
De mirada sublime y de gran corazón.
Con tantas cualidades como no caer en sus redes,
Creció en mí la esperanza y nació una ilusión.
Que corto fue aquel tiempo, fue un chispazo divino,
Con todo y que fue corto, fue intenso nuestro amor.
Compartimos lo todo: la sal, el pan y el vino,
Pintamos nuestras vidas de un hermoso color.
Pero nada es eterno es esta triste vida
Y aquello que fue hermoso, hubo de terminar.
En un instante dado bifurcose nuestra vía,
Por distintos caminos tuvimos que caminar.
Hoy me encuentro cansado llorando su partida,
Avejentado y triste sin con quien platicar.
Por eso grito y canto por la dicha perdida
Y aúllo como loco emulando un cantar.
Como una fiera herida que desconoce el canto,
Que con su aullido quiere su dolor aliviar.
O como el religioso que quiere hacerse santo
Y dentro de su celda sus carnes flagelar.
Agradecido invoco la presencia divina
Que ilumine mi senda en el tramo final.
Me marcho agradecido por esta hermosa vida,
Solo pido al ETERNO: me proporcione paz…