Raquelinamor

NÁYADES Y SIRENAS, ¡PENAS!


Cuando el sol, al Este alumbre estaré lejos,
enrumbando pasos ciegos sin destino,
sin más equipaje que mis propios sueños,
a llevarlos a morir en el olvido,
bajo del mar profundo, donde existieron,
resguardados, ocultos, del voraz mundo
inmortales sirenas ebrias de penas.

Allá do calmadas aguas apaciguan,
y van odios disfrazados de mentiras,
venganzas, pesares, penas en cantares,
en oculta claridad la villa eterna,
moran anguilas, peces multicolores,
cuentos de Poseidón, y sus desventuras.

Criaturas encadenan a dulces cantos,
con su belleza reflejan, rostro espejo,
marinas doncellas burlan navegantes,
de la muerte, encargadas de transportar,
venidas almas al Hades del final.

Al mismo centro iré a quebrar mis tormentos,
a ser desgastados por rocas y vientos,
este amor que jamás debió haber nacido,
de la maleza y estiércol del invierno,
a convertidas Náyades del océano,
porque en el mar la vida es más sabrosa,
y todo parece la felicidad.

 

 


Raquelinamor

Miami/2011