Duende del tiempo

Adiós, pero conmigo...

El suelo frío me enseñó una vez.

El azar me cruzó con tu confuso madrugar.

 

Distinguir tu cruce con mi tormenta,

y mi corazón en celo con tu sincero cielo

-fiel a tu libidinoso canibal hambriento-

me hizo madrugar, confundido también.

 

Vestite, salgo a la vida.

 

Naufragué desiertos más fríos que vos.

Encontraste en mí los riesgos

que tus aventuras nunca imaginaron.

 

Soy esto, que no esperabas.

Soy eso, color en tu peor estado.

Fui uno más que vió tus ojos.

 

Sin besarte, apuesto que no sos la serpiente adecuada.

No te sientas culpable

de haber leído mis palabras vanas.

 

No preguntes por qué me ardió el corazón.

Nunca pregunté por qué te ví...

 

Fuiste eso, que no esperaba.

Te pinté maravillosa,

tan así fue que nadie te creía posible.

 

La oscura noche en tus ojos,

y la luna en los míos...

¿Cuántas veces me pensaste indebido?

 

Naufragué desiertos más fríos que vos.

 

No soy tan solo un ladrón de tus sueños.

Soy tan solo letras?

No le preguntes a tu corazón.

 

Guardame en el bolsillo.