Tengo esos instantes de felicidad, sentimientos momentáneos en lo que sientes que nadie puede destruirte o hacerte sentir mal, tengo esa sensación de ganador, yo sola contra el mundo; pero también tengo sentimientos inconsolables esa sensación de retenerme, intento no sentir pero termino fracasando y se me anuda la garganta como un niño anuda sus cordones; para esas ocasiones tengo el mar, la arena, tengo el petricor depués de la lluvia, y el calor del sol en el asfalto, pero para ese vacío en mi alma para ese maldito sentimiento inverosímil e inestable, me falta algo más, me falta el.
ojalá hubiera tenido el valor suficiente para decirlo en su tiempo y forma así, de frente, como le hubiera gustado. Tal vez mi equivoco corazón lo presentía sabia que se iría y vería en otra lo que yo pensé que el veía en mi. Lo intente, lo hice, a mi simple manera pero yo se que lo hice, con cada beso que le di en la mejilla al despedirme, con cada abrazo fuerte, con cada mirada.
Me quiero lo suficiente como para no rogarle demasiado pero también le quiero lo suficiente como para no olvidarle, y como, si le veo a diario, si escucho su melodiosa voz, si al estar su mano junto a la mía ruego porque se entrelacen. Será mi destino, y sola me sentaré a esperar que estos sentimiento pasen, como pasa el tiempo, como pasa la vida.