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LIBERTAD

LIBERTAD

Era un pueblo sin alma, sin carisma,

Con su gente muy triste y reprimida

Que se arrastraba por su triste vida,

Gente incapaz de pensar por sí misma.

 

Tenían como alcalde a un dictador,

Que tan sólo pensaba en su riqueza,

Que a la gente trataba con dureza

Si quería expresar una opinión.

 

Y apareció aquel día a la mañana,

Salió de la neblina de la aurora,

Con su elegante porte de señora

Luciendo una sonrisa muy mundana.

 

E iluminó a aquel pueblo su sonrisa,

Y a todos cautivó con su alegría.

Y, como en una extraña melodía,

Comenzaron a oírse algunas risas.

 

Y contagió a la gente con su charla,

Siempre atrevida y llena de razones,

Y pronto cautivó los corazones

De aquellos que venían a escucharla.

 

Hablaba sin temor ni restricciones,

Sin miedo  a  ninguna consecuencia,

Decía la verdad con contundencia,

Defendía siempre sus convicciones.

 

Con su ayuda, lograron liberarse

De sus cadenas y sus gobernantes,

Desterraron a todos los farsantes,

Comenzando de nuevo a levantarse.

 

Volvieron a tener identidad,

Y creció nuevamente su autoestima,

Con esa fuerza que te legitima

Y que mantiene tu conciencia en paz.

 

Y algún vecino preguntó su nombre

Y contestó…  “Me llamo LIBERTAD”

 

Junio de 2016

Jose Cruz Sainz Alvarez