Gabriela 📖
Pero sonriendo
Estaba ahÃ, quieto y sin colores vivos que encontrar en sus ojos.
Pensaba en las probabilidades de que lloviera.
No llevaba paraguas y no le importaba, se sentÃa frÃo y sin vida como la mayorÃa de los objetos a su alrededor.
VeÃa parejas felices pasar y en eso se preguntó: ¿SerÃa feliz con alguien a mi lado?
Lo pensó y se rió de si mismo, no puedo estar feliz conmigo mismo y pienso que podrÃa ser feliz con alguien, pero que idiota soy, se dijo asà mismo
Ya habÃa pasado por muchas decepciones pero esa fue la ultima, la más dolorosa, la que lo hundió en la depresión
SabÃa que no volverÃa a sentir o solo se convenció de eso. Entregó todo, el alma y el corazón y lo destrozaron sin piedad.
Nunca nadie habÃa sido tan cruel en la vida y el solo se limitaba a pensar que ha de haber sido un canalla desgraciado en su otra vida para estar pagando de esa manera.
Estaba sano a simple vista.
No tenÃa ninguna enfermedad pero aun asà morÃa de a pocos por dentro.
Una vida vacÃa y sin sentimientos era lo que le quedaba.
El psicólogo solo le recetó pastillas y un desorden mental.
Pero que más da, el psicólogo no sirve de mucho en esos casos.
Solo se basan en estadÃsticas, estudios con pocos márgenes de error.
Se sentÃa vació, comÃa por costumbre, dormÃa por costumbre, su vida la llevaba como si fuera un rol de escuela, los lunes matemática, los martes deportes, los miércoles ciencias, y asà toda la semana vivÃa su vida rutinaria como un rol escolar, frÃo y sin vida.
No pensaba en nada importante, veÃa el vacÃo, veÃa como pasaban los carros.
Se sentÃa al borde de todo y literalmente estaba al borde, sentado al borde del puente.
Luego pensó: ¿Que serÃa si muero?
Pensó que no pasarÃa mucho en ese caso.
Pensó que serÃa lo mejor para acabar con su dolor.
Nadie lo esperaba en casa.
Y lo hizo, saltó.
Lo encontraron muerto, frÃo y sin vida pero sonriendo.