Voy a tu encuentro, y recibo la señal
de que has llegado, me lo dices refocilándote,
-o al menos asi lo creo, a veces imagino mucho-
mientras viajo, mis pensamientos
se mojan y avanzo en la contemplación
de tus dias en los míos, ¡Trémula flor!
en tanto te pienso me olvido hasta
del hambre que atacan mis vísceras
voy a tu encuentro y es lo que importa,
he de cruzar medio mundo si fuera preciso,
al final me complace ser tu único habitante
como el del planeta B612,
saber que me esperas es una victoria,
y que tus brazos son dos puertos
dos espigas, una puerta, una boca..
solo sé que estoy viajando hacia a tí
y trato de imaginar cuáles serán tus palabras,
cuáles las mías, el adonde vaya no importa
ahora lo sé, puede ser a Ítaca, a Granada
o a Jerusalén, no importa, solo importa
el viaje y que te esten esperando...
como una lluvia, como una flecha
para entrar muy hondo, muy hondo
y no despedirte más.