A MI PAPÁ
Como cada sábado
hoy espero tu llamada,
más sé que no llegará...
Partiste de repente,
Dios te llevó con él
y yo todavía recuerdo
tu consejo aquél:
\"Entrega tu almita a Dios\",
me dijiste en ese entonces,
para que no tuviera miedo
en aquella intervención.
Sólo sé que en esos días
te sentí cercano a mi
y los años posteriores
de a poco te conocí.
Fuiste papá querido
esa luna carmesí
y aunque pase el tiempo
vivirás siempre en mi.
Cuando perdí a mi mamá
prometiste llamarnos siempre,
nunca faltaste a tu palabra
y hoy, que no estás aquí,
sigo esperando tu llamada...
para hacerme sonreír.
Lucila De Melo(MMGA)