Cain Wilde

Ella

A causa de tu amor
Me volví un mendigo
que van pidiendo limosna entre las paredes
de un cuarto de hotel desnudo.
E hizo de mis sueños, la mejor prostituta, que cada noche
sale a bailar alrededor del tubo de mis bajas pasiones.
Y si, te ame.
Y debo confesar que aun te amo.
Pero mi cuerpo a sufrido una metamorfosis,
ahora soy una fabrica de orgasmos insaciables,
a bienestar de mi prójimo.
Y si, te ame.
Declaro,
que aun nadie a borrado de mis caminos,
la huellas que causaron tus aguas sobre mi piel.
Que a manera de huracán embravecido,
devoro de mis campos la fertilidad que este poseía.
Ahora, no soy capaz de concebir ningún sentimiento bondadoso,
aparte del que deambula sobre mi,
ese que lleva tu nombre en señal de gloria.
En el espejo de tus ojos, color amanecer, se encontraba la luz
que alumbraba mis días sombríos.
Parecido a esos grandes faroles, que ahora iluminan mis largas piernas,
mis tacones y mis desgastadas medias.
Donde va conduciendo la bestia, que se apodera del forro que cubre
mis huesos. Y que va hurgando, entre una tierra,
que ya posee dueño.
Desfilando sus garras en mi espalda.
Que manera de un gran dictador,
se cree con la potestad, de difamar sobre mi lengua.
Por un par de monedas,
vendo mi tiempo al mejor postor.
Aveces, mi fabrica cierra sus puertas,
para abrir mis oídos de par en par.
Y se dedican a escuchar, entre una llovizna de saliva
mezclada con alcohol,
los pesares que afligen a la bestia de hocico verde.