Alma Erótica José Luis Agurto Zepeda.

Provocación

Hoy amaneciste en mis brazos,

no te diste cuenta. 

Tu alma dormía y tus párpados cerrados,

como los cierra una niña. 

 

Así, pequeña y frágil te besé.

Sonreí, no quise despertarte. 

Así, dormida, como estabas,

yo quise amarte.

 

Mis ojos contemplaban

la blancura de tu tez

y una leve sonrisa

se dibujaba en tus labios de miel...

y tuve sed.

 

Para no interrumpir tus sueños,

sorbí de tus labios la miel,

gota a gota, con pequeños besos

que solamente terminaban

en roces que te acariciaron

y soltaste un suspiro.

 

Luego me di cuenta lo mala que eres: 

 

Para provocarme, te hacías la dormida.

 

 

 

Alma Erótica

José Luis Agurto Zepeda

Managua, Nicaragua

27 de mayo de 2016