Jesus Benages

TÍTULO SIN VOZ

La voz se extingue y comienza a crujir en los ojos del lector.

 

Tiene la fuerza del que obtiene la total atención que jamás se otorga en vida.

 

La presencia resta credibilidad.

 

Sombrío, dada la incapacidad de apartarse de uno mismo a sangre fría.

 

Cuando leéis a un muerto, sabéis que estáis vivos y las palabras ya no son humanas y señalan sin la ofensa y nos regalan lo propio.