Anahilda Garcia

COMO LA ROCA

COMO LA ROCA

 

El mar que sube mudo hasta mis labios

siento la sal como un remordimiento,

arrastra mi despojo silencioso

y vuelve cual paloma con el viento.

 

El mar atrae las dudas silenciosas

y con él se lleva mi amargura eterna

de los besos que yo te di en la boca

y tú los malgastaste como yerba.

 

Sólo un amor puede sentirse fuerte

como el acero al encontrar la roca,

sin que el agua del mar lo desmorone

como la sal que siento aquí en mi boca.

 

No intentes retenerme por la fuerza

teniéndote a mi lado me provocas,

yo quiero deshacerte en el espacio

y nuestro amor romperlo con las rocas.

 

Anahilda Garcia