Ha tomado mis llaves y las pocas de fuerzas que me
quedaban debajo de este traje funesto, la decisión
de acercarme a decir una palabra es mas crucial,
que llegar a la concluir, que de ti, estaba enamorado
aunque debo aceptar, que me costo unas buenas noches de insomnio,
para aceptar una idea, de la cual no soy capaz de respaldar,
ni mucho menos, de aceptar frente a una sociedad, que en cualquier
momento o por cualquier razón tenga que destruir,
ha pasado el tiempo, aquel día en que empecé a perder la cuerda de mi cordura,
ese día, donde no esperaba, que una niña dijera tantas barbaridades de mi,
que me apuñalara con la entrega de su amor, que me hiciera,
sentir atrapado, comenzando a quemarme de fuego,
sin poder hacer nada.
Comenzó como una encarcelación donde solo la miraba desde ahí,
donde todo comenzó, ahí, donde ya no podía hacer nada,
ahí, en aquel escritorio repleto de libros y experiencias,
que no podían sacarme de esto...