Del placer me bebí su dulces mieles
y sentí del dolor su dardo fiero;
el otoño a cruzado mis dinteles,
y decir lo que pienso es lo que quiero.
En un mundo de sueños he vivido,
muchas veces amando con ternura,
otras tantas soñando lo perdido
que me enseña que el mundo su locura.
He vivido la luz de las pasiones
y las noches de negros desengaños,
mas confirmo que amor y decepciones
nunca pueden durar por miles de años.
He logrado cumplir algunos sueños,
otros tantos quedaron en camino,
lo que me hace pensar que somos dueños
de elegir las veredas del destino.
He llegado a sentir la fresca brisa
y también del invierno su tormenta,
en mi rostro mantengo la sonrisa
que la fuerza de fe, me la sustenta.
Siempre dice la voz de la experiencia
que luchar por vivir es nuestra meta,
que si un día te azota la inclemencia
con coraje superas toda grieta.
Aprender a cortar los duros cardos
es gozar la existencia en forma bella,
pues quitando los pesos de sus fardos
se contempla mas tierna su centella.
Es la vida la gran tragicomedia
donde todos tenemos nuestros guiones.
unas veces vivimos la tragedia,
otras tantas actuamos de bufones.
No debemos hundirnos en la pena
que la vida se trata de actuaciones,
unas veces lloramos en la escena,
mas de pronto se bajan los telones.
Autor: Aníbal Rodríguez.