Lucy Quaglia

Un piano triste

Un piano triste

trae sonidos

y entre las mesas

la melodía

de una canción

llena de besos

y de suspiros

se va y se apaga.

Las tardes largas

que se transforman

en noches simples

quedan tejiendo

la telaraña

de auroras tenues

entre la farra

de tantos ruidos

en la distancia.

Escobas frías

barren el piso

de los museos

con artefactos

de devoción

a dioses truncos

que miran lejos

y ven los barcos

del río manso

con olas suaves

que van mesando

embarcaciones

sueltas al viento.

Son las falucas

donde los nubios

de ropa larga

y piel oscura

venden collares

de piedras blancas.

Se ven zapatos

de tacos altos

que caminando

llevan mujeres

enamoradas

acompañadas

de sus muchachos

que van hablando

con voces mansas.