El Corbán

LA ANCIANA CON OJOS VIDRIOSOS MIRA EL CIELO

La anciana, con ojos vidriosos mira el cielo;

¡Pobre viejecita, no son sus sueños los que la atormentan!

Piensa en el hijo,

Piensa en los errores del que fue su pequeño,

Piensa en el corazón roto del que tiernamente cargó en brazos.

 

La anciana con ojos vidriosos mira el cielo;

¡Pobre madre que antepone en su pensar al retoño!

¿Cuánto dolor, oh madre querida, te ha de dar el presente?

Acaso, ¿piedad no tendrás nunca de ti misma?

Pues tu parte, oh amorosa, ya hiciste en esta vida.

 

La anciana, con ojos vidriosos mira el cielo;

¡Pobre dama que al seol descenderás con amargura!

Por los pecados del que fue fruto de tu vientre,

De ese hijo miserable,

Que cabeza, para pensar, no tuvo.

 

La anciana con ojos vidriosos mira el cielo;

¡Que indigno es tu hijo para merecer tales lágrimas!

Su mirada se pierde en el azulejo paisaje infinito,

Y cerrando los ojos húmedos por el dolor

Clama en una oración silenciosa por el hombre que crió.

 

La anciana, con ojos vidriosos mira el cielo;

¡Cómo ayudar al retoño, su alma piensa!

Mientras su corazón quebrantado

Suspira por ayuda al eterno que permanece silencioso

Y solo queda aquella anciana, que con ojos vidriosos mira el cielo.