Lobo de Crin

Deseo

Nada exhausta mi primogénita concepción del amor

Ávida de revivir el conexo sentimiento de la primera vez

Del principio del deseo, del final de la inocencia

La despedida del niño que una vez hizo mis tardes

Para no volver la vista atrás de los otoños del litoral

Para arrancar el lívido gusto al pensar en tu boca

Y forjar de ahora y para siempre el torrente de sangre

Que llevará en los genes tu beso y tu carne

Y pasar a las horas desesperadas de haber amado tu cuerpo

Y ya no volver a ser el mismo nunca más.