Jorge Venegas

TAN SOLO VERTE UN INSTANTE

 

TAN SOLO VERTE UN INSTANTE

Tan solo verte un instante,
en la cual, cada uno de mis pensamientos,
deseos y sueños, deseo centrar en ti…
Tan solo un momento,
en la cual, nuevamente pude contemplarte
¡Oh Virgen María, Divina Fátima!
No sabes cuánto afán de seguirte,
de llegar a ti hay en mí.
Pero en mi interior, hay mucho por
el cual cambiar, hay muchos errores,
que aÚn me cuesta renunciar,
el cual debo de amoldarme
a tu sencillez, a tu entrega total.
A esas ganas de amar, que sólo tú
pudiste alcanzar, tus manos es señal
de oración, tu manto blanco,
irradia esa belleza interior
que sólo tu corazón y alma poseen.
Dicha corona de doce estrellas,
símbolo de la unidad perfecta con tu hijo Jesús.
Y aquellos niños pastores a tus pies,
pudieron entender y vivir, lo que
el destino dibuja y espera de nosotros,
ser eternos, ser infinito, en si ser feliz.
Tan solo un instante, pero quedan en mis recuerdos,
poder haber de nuevo contemplarte
¡Virgen María, Señora de Fátima!
Todos tus hijos depositan en ti
Una esperanza que brilla como aquellas estrellas
Que adornan ese tiara cargada de pureza.
¿Nos concederías ese pedacito de belleza de tu alma
que serán necesarios, para entender el sendero de
nuestra existencia? , así como tú, pudiste comprender,
con aquella aparición del Ángel, en la cual dejaste
incluso tu adolescencia, para poder decir,
¡Si!, amo al eterno, como amo a la misma vida
humana, que se me ha encomendado ser
la madre de todos los creyentes.
Tan sólo un instante, muchos de tus hijos, que
Desean nuevamente ver en ti, depositar una dulzura,
que llegando más a ti, llegaremos al inmenso amor
del mismo Padre Eterno, en la cual
nos ha entregado, regalado, el obsequio bello,
de esta vida, que como muchos está cargado de sinsabores,
pero si comprendemos y nos esforzamos en vivirla,
de la misma forma como tu Madre del Cielo,
seremos capaces de brillar en lo celestial.
Junto contigo, y tú amado Jesús el hijo Predilecto.