Paralelo caminar de nubes blancas y negras.
La Luna plateada deslizándose entre ellas.
El mar salpicado por millones de estrellas.
Entre tanta inmensidad mi velero navega
diminuto y frágil, soñador y humilde,
con el brillo de tus ojos como orgullosa bandera
Se hincha con el viento el pecho de sus velas
Navega y vuela acariciando las olas
tras de sí deja un rastro de espuma y caracolas.
Sin demora busca el norte
El destino femenino más allá del horizonte.
Tu cuerpo coralino, tu arrecife de mujer.
En tus cálidas aguas, en tu azulado placer
anclará mi velero de sueños
para fundirse contigo, para nunca volver.