Cristian Jovani

MI CARNE

Se me pudre la carne, se hace decadente

necesito otro contenedor.

Su sangre es un vino negro, con pepas de metal oxidado.

En cada una de sus extremidades

se amontonan agujas abominables

que cesan las fuerzas, carcomen hasta los huesos.

De su boca salen seis serpientes de fuego escarlata

y es en su rostro el brillo mentiroso,

aunque siete diamantes que brotan de sus pupilas

 divulgan una dulce sinfonía.

Se pudre mi carne, desgastando la piel

con cuchillas imparables que se eternizan,

y cenizas que arden...

Solo mi alma refulge.