Marah

Tus olas en mis arenas

No medito en los rumores de las bocas

ya que digan lo que quieran de mi suerte:

que yo emplumo como el ave, como ocas…

sin temer ni a los abismos ni a la muerte.

 

Aunque digan que interpreto a las carocas

mi guiñol te seguirá para quererte.

¡Ay! mi lloro zarandea hasta las rocas

porque tengo ya el metal para ofrecerte.

 

¡Si examinas los latidos de mi pecho

sentirás como relámpagos mis venas,

porque duermen tus retratos en mi lecho!

 

¡Aunque digan que se caen mis antenas

seguiré tu remolino en rumbo estrecho,

pues tus olas multiplican mis arenas!

 

Soneto dodecasílabo continuo, ritmo 3,7,11