Escritor del viento

Mujer de bruma

 

Hay una mujer amante, mujer  errante

mujer de bruma, precedida de suspiros

fragantes, siendo en mis horas de deliquios

su imagen,  narcótica, femenil y elegante.

 

Tiene porte de reina prodigiosa, su semblante

primoroso semeja un lívido jardín de nardos,

y sus ojos góticos floridos son dos perdidos

diamantes, reflejados en mi faz sombría y delirante.

 

Y en su renombre de elegida y adorada

ríe haciendo su último juego de mujer amada

y con nebulosa mirada de luna arrogante

 

se aleja y se aleja en delicada bienandanza

dejando a mi alma taciturna y sin bonanza,

en un tétrico infierno, como el que viera Dante.