Teo Revilla Bravo

DESPERTANDO…\\\"Mujer despertando\\\" Pintura Eva Gonzales (1876). Hija del escritor español Enmanuel Gonzalès, comienza a estudiar pintura a la edad de 16 años y, más tarde, será modelo y discípula de Eduardo Monet cuya influencia en la obra de la pintora es notoriamente visible hasta 1872, fecha en las que las pinturas de la artista adquieren un estilo cada vez más personal caracterizado por la utilización del pastel y las tonalidades claras. Eva Gonzales fallece, a causa de una embolia originada en uno de su último parto, cinco días después de la muerte de su gran maestro Manet. DESPERTANDO… Relegar penas, alejar olvidos, disminuir temblores con solo mirarte, aún somnoliento, tras el primer golpe de claror que nos deja el alba. Verte fecunda iluminar la estancia, ampliar campos, platear ríos, bordear lagos, calmar mareas, alentar veranos, mayear primaveras… Sentirte lunar, solitaria y mágica, por el desnudo sendero de la alameda. Notar la vida a tu lado como sorprendente estallido de estrellas. Tener la posibilidad, al abrir los ojos con el día, de poder besar tu suave rostro para detenerme -aleve, aleve- en tus labios. Espejo que nos ve y en el que nos vemos, evaporado el torrente de acíbar que nos ahogaba en la irredenta tarde, libres al fin -corceles de plata y oro-, despertando… Labrantíos de hermosas azucenas, vivos deseos, caminos amplios… ÓRBITA LITERARIA \\\"Lo fugaz retenido\\\".-2006. ©Teo Revilla Bravo.

\"Mujer despertando\" Pintura  Eva Gonzales (1876).

 

Hija del escritor español Enmanuel Gonzalès, comienza a estudiar pintura a la edad de 16 años y, más tarde, será modelo y discípula de Eduardo Monet cuya influencia en la obra de la pintora es notoriamente visible hasta 1872, fecha en las que las pinturas de la artista adquieren un estilo cada vez más personal caracterizado por la utilización del pastel y las tonalidades claras. Eva Gonzales fallece, a causa de una embolia originada en uno de su último parto, cinco días después de la muerte de su gran maestro Manet.

 

 

 

 

 

 

 

DESPERTANDO…

 

 

Relegar penas, alejar

olvidos, disminuir temblores

con solo mirarte, aún somnoliento,

tras el primer golpe de claror

que nos deja el alba.

 

Verte fecunda iluminar

la estancia, ampliar campos,

platear ríos, bordear lagos,

calmar mareas, alentar

veranos, mayear primaveras…

 

Sentirte lunar, solitaria

y mágica, por el desnudo

sendero de la alameda.

 

Notar la vida a tu lado como

sorprendente estallido de estrellas.

Tener la posibilidad, al abrir los ojos

con el día, de poder besar tu suave

rostro para detenerme

-aleve, aleve- en tus labios.

 

Espejo que nos ve y en el que

nos vemos, evaporado  el torrente

de acíbar que nos ahogaba en la irredenta

tarde, libres al fin -corceles de plata

y oro-, despertando…

 

Labrantíos de hermosas azucenas,

vivos deseos, caminos amplios… 

 

 

 

 

ÓRBITA LITERARIA

\"Lo fugaz retenido\".-2006.

©Teo Revilla Bravo.