huertero

Tonada a Doña Rosalía...

 Preñes de soles en

el camino de las vías.

Donde la hija de la montaña

es arrecife sostén de vagones

transportando frutos del

interior de la patria,

encaminándose al mar.  

 

Aquí, a un costado, descoció

los balastros y la

dureza de esta tierra.

Tonada a Doña Rosalía.

A mano de pico y pico

desojó la ironía de

la luna huertera.  

 

 

De tanto en tanto unos mates.

De tanto en tanto le

azotaron los rayos .

Así fue madurando el espacio.

Que ayer fue eco del pedregal

hoy es un terrón verde.

Ayer fue duro guijarro,

hoy es verde huerto.  

 

De las jaurías de sueños ajenos

besó el amargo ajenjo.

Trago pa´ dentro y continuó

así de ancha y alta es su espalda.  

 

Doña Rosalía es laboriosa

con manos llenas de cordilleras de sueños.

Ella sabe esperar en la espera

que ya se vuelve altanera.

Sus esponjosos rulos

se exponen al sol.

Sus ojos arrullan

el surco consumado.