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\"INSOLENCIA...\"

Yo moriré despacio...

un día no muy lejano,

entre campos...

de lavanda herida, 

de albahaca seca...

molido de esperanza,

y beso manifiesto,

 

entre lagos...

tiernamente deshojados,

de entereza preconcebida,

perfumados... muy brevemente

de inhóspito... cielo insatisfecho,

 

entre dardos quebrados

de cristalina esencia,

y mares procelosos

brevemente acariciados

de humilde...

y agasajada ternura,

 

un día... no muy lejano ya,

entre ríos... de precaria espadaña,

acompañados... de poesía descriptiva

mi alma...

buscará la esencia de las cosas,

en el extraño costado...

de su mirada cristalina,

 

olvidando...

por un tiempo inconfesable,

los anudados templos del espíritu

entre ríos...

de sonrisa mayestática,

deshojados... de utopíca amargura,

entre labios... dulcemente adormecidos,

de breve...

e inextinguible... arco aventajado,

 

y así... coronaré por siempre,

el estrecho azul... de su mirada

entre breves... endechas compungidas,

en la enternecida garza de su vuelo,

 

entre lánguidos... besos desgajados,

de temblorosas... cariátides compungidas,

entre labios... brevemente perfumados

de homérica... anarquía olvidadiza,

e irreverente...

espuma convaleciente,

de decimonónica...

economía en sus pasiones,

 

de agua delirante...

y extrañamente clara,

turbulenta,  árida, diáfana...

de dardo...

inconfesablemente enamorado,

de infatigable... y lánguido abandono

etéreo... e inextinguiblemente puro,

 

entre impulsos... la vida...

seguirá latiendo breve,

entre exultantes... armonías de silencio,

como polvo adormecido...

de estrella.. humildemente fría,

 

lacerada... de  enredadera tierna,

entre hiedras...

humilladas de opalino ensueño,

e inhóspito talle...

tiernamente deshojado,

 

de libérrimo...

e  inextinguible beso despeñado,

entre lirios... de silencio mayestático

melancólicamemente negado...

en su irreverente caricia,

 

en los altares primigénios

de aquellos besos... 

inconfesablemente heridos,

de  inabarcable...  

y desubicada ternura,

adornados muy tímidamente

en los lagos plenilúnicos

del distópco embeleso...

y la desnudada esperanza. 

 

 

AUTOR: JOSÉ A. PANIAGUA MARTÍNEZ.