Beatriz Blanca

***OFRENDA*** (Tema semanal)

El frío de la tarde, me abraza entre las sombras,

mientras oigo el gotear de la lluvia en los cristales.

Mis pupilas se humedecen ante la noche solitaria

ya que mi cielo es una explosión de granadas.

 

A pesar de tu amor... tengo tanto miedo...,

el viento impulsado por sus ráfagas frías

huele a tierra humedecida besando mis cabellos.

Yo rezando hilvano telarañas en mis dedos.

 

A fuerza de buscar nuevos anhelos

sentí el misterio de sus ojos con suspenso

que se sepulta con la llama azul de nuestro ocaso

donde se apaga la floración de tantas primaveras.

 

Sé que vine en busca de quimeras y debo el regreso,

pero con sabor de lágrimas, me mostraré digna

para abrazar su rostro con el sabor de mis besos.

Palpitar pudieras las caricias de mis versos.

 

¡Señor, ábreme tus brazos cálidos y escúchame,

para que pueda ofrecer mi existencia entera

y regalarte la plenitud de mis días

con radiante y altiva llamarada de lucero.

 

Para que guardes entre tus fuegos, mi alma florecida,

sea tu voz el cascabel sonoro de mi pecho,

para derretir los sufrimientos de mi amado.

¡Sea tu amor el que destruya el abismo de mis miedos...!

 

No ves que ahora hay plenitud en nuestras vidas,

y que los pastos están henchidos de verdura

que se colorea de dorados en la alfombra de las hojas

con la fresca convulsión de nuevas brisas.