huertero

El silencio no consuela...

Valerosos ojos, animosa

firmeza a las palabras necias

hacerles  palanca.

 

 

El silencio no consuela.

Así mi boca alucina sublevación.

Los latidos de la poesía

recitan las horas perfumando

la ansiedad en versos de

huellas de cañones

cargados de vocablos.  

 

Así es como la sangre

humedece la mirada,

enmudece las letras en noches idas.

Incomprensible cuando

el impulso inspira.