Sebafel

Encrucijada existencial

Llegados a este punto en que mi vida

ya no me importa nada,

ni me importa la vida de los otros,

es hora de escoger

un destino final, definitivo:

 

Por una parte dicha infinita y eterna,

gloria y ostentaciones celestiales,

tesoro inalienable,

felicidad perpetua junto a Dios,

los santos y los ángeles.

 

Por otra parte el mundo de lo efímero,

de las sombras platónicas,

del frenesí y del vértigo,

de la embriaguez sin límite,

del día sin ocaso,

de la noche viciosa,

del éxito y del triunfo aquí y ahora.

 

Solo una alternativa a escoger...

solamente un camino,

solamente una ruta,

¿precisamente ahora?

 

¡Ahora! No hay más tiempo para la duda y el miedo.

Ahora que ha llegado el punto muerto

de que nada me importa

elijo la primera. la primera...