B Quinchanegua

Canción de la antípoda

Canción de la antípoda:

Soy el viento ineluctable, yo soy…  ¡soy él!

Hendiendo espacios gigantescos, a mi parecer, a mi parecer,

Emergiendo de repente estremeciendo la piel,

Soy el viento ineluctable, que se va para no volver.

 

Soy el verso errático que cobija sueños del poeta,

Entre palabras embriago las conciencias,

Las que Leen y releen, descifran en mi espectro cada letra,

Que si amores, que si odios, que si ausencias.

 

Soy el viento ineluctable, yo soy…  ¡soy él!

Hendiendo espacios gigantescos, a mi parecer, a mi parecer,

Emergiendo de repente estremeciendo la piel,

Soy el viento ineluctable, soy el último amanecer.

 

 Soy la indecisión enajenada que los agita,

¡Temor a la muerte! encarnación de sus fobias,

El ámbar en sus vidas de Alejandrita,

Soy la indecisión enajenada y ustedes mis glorias.

 

Soy el viento ineluctable, yo soy…  ¡soy él!

Hendiendo espacios gigantescos, a mi parecer, a mi parecer,

Emergiendo de repente estremeciendo la piel,

Soy el viento ineluctable, que se va para no volver.

 

Soy el alba en las cortinas, soy llaneza en la colina,

Soy licor barato, soy la selva que agoniza,

Soy lo opuesto de melifluo, soy remedio de quina,

Soy el destino cruel, soy arena movediza,

Soy el viento ineluctable, yo soy…  ¡soy él!

Hendiendo espacios gigantescos a mi parecer,

Emergiendo de repente estremeciendo la piel,

Soy el viento ineluctable, soy lo que puedo ser.