Walter Kuhry

Rebeldía

 

A medio andar el sendero de mi vida,

no valen los lugares, sí el encuentro,

que hunde sus raíces alma adentro.

No valen las razones y premisas deducidas

de una experiencia nunca perseguida.

No valen los honores conseguidos

al precio fatal de tanto olvido.

No vale el respeto cimentado

en el discurso pulcro y alienado;

ni existir sin atreverse a haber caído.

 

Ya no valen los discursos elocuentes,

porque mi carne reclama realidades.

Ya no valen los dogmas o verdades

que se escriben con sangre de inocentes.

Ya no vale la aureola incandescente

del beneplácito oficial y controlado.

¡Sólo vale vivir lo que he buscado!