Jose de amercal

UN HOMBRE SIN NACIÓN

Llega el hombre sin nación
con su encanto universal
con su gracia elemental
y su enorme corazón.
Llega el hombre sin fronteras
a bailar nueva tonada
a cantar esta balada
de hermandades extranjeras.

Llega el hombre sin enojo;
ciudadano del planeta,
quien; por su alma de poeta,
jamás mira de reojo...
¿Y la guerras?: malos sueños
que quedaron cual pasado
y el futuro está bordado
con los rostros más risueños

Ya no hay llanto, ya no hay hambre
ni violencias ni resabios,
ya no existen los agravios
que viajaban en enjambre.
La raigambre ya trasciende
todo el orbe de este mundo...
Ya no hay nada tremebundo
ni hay tristezas ya; por ende.

Y por ende un nuevo ciclo
inaugura la bondad
de esta nueva humanidad
que pasea en su triciclo.

Llega el hombre sin frontera,
con su enorme corazón
llega el hombre sin nación
asomando donde quiera...

Trae sonrisas y alegría
como único equipaje
llega presto al abordaje
a este mundo sin hombría...
Trae amor...y fantasía
tierno engendro del futuro
ya sin prisa, sin apuro
torna todo en ambrosía