nellycastell

Al Jardín Botánico del Parque Forestal-Cuba

 

 

 

Allí donde tantas flores se empinan,

algo parecido a un paraíso sin espinas

y donde la juventud parece risueña

porque en las libretas aprenden

y sus libretas se enseñan… entre risas

de niños huérfanos de experiencias

y prendidos a una adolescencia

que parece intacta, insensata e incauta.

 

Allí donde unos juegan a aprender

y otros a observar la belleza

de la sabia naturaleza, que se puede beber.

En el Jardín Botánico,

del gran parque forestal

donde tantas veces escribí

y tanto bien me hizo

al poderme inspirar

lo que me satisfizo

y aprendí a observar.

 

Al fuerte, al indeciso y cuidé

de sus miradas cuando al pasar

por sus encerradas calles

prendidas de rosas búlgaras

de todos colores ellos por encima

de sus espejuelos me miraban

y yo no los usaba en aquel entonces.

 

Hoy si volviera allí a escribir

es posible que tampoco les iba a mirar

porque ya no puedo en la distancia

diferenciar de la vida ¿qué hay de bueno

y qué hay para percibir?

a veces me es oscuro.

Allí en el Jardín Botánico,

del parque forestal

pude trasladar la mirada al joven

que a la chica enamoraba…

y a dos ancianos que suspiraban

sin consuelo por lo poco o mucho

que les quedaba…

¿qué les quedaba?

 

Y quién piensa en la noche

cuando es y ha sido pasada.

En las horas desveladas del instante

que nos sacude hasta el tiempo

más estimulante.

Hoy no pienso en aquel niño

tan mal vestido

que jugaba entretenido

con sus patines

medios rotos y su madre al caer

formaba un alboroto.

Sería su primera o última caída.

 

Hoy mi pensamiento corre allí

y me parece que la mente

ya no divaga.

Porque lo que si recuerdo

es que escribía

y escribía…

y las horas lentas hoy…

se me iban de prisa y apuradas.

Hoy volví al Jardín…

donde tantos se reunían.

 

 

Tantas penas y alegrías, jóvenes

y de todas las edades,

cada cual a contemplar de la vida

sus adversidades.

Hoy existo, pienso y escribo

y el Jardín intacto…

aún guarda sus verdades

pero yo no lo olvido.