Emma Lores Matos

Majestuoso

 

Sentado en tu trono de perfecta belleza
se asoman tus ojos a mirar mi universo,
descubres allí una lágrima errante
buscas ansioso hasta encontrarme.

 


Del trono te bajas e inclinas tu espalda,
levantas mi rostro con ternura sin par,
me dices; que pasa? cuál si no supieras
las penas que aquejan a un simple mortal.

 


Te miro a los ojos y veo tanta paz,
ese amor inmenso me toca la piel,
Jesús, estoy triste, llena de temores,
por eso mis lágrimas regué por doquier!

 


Otra vez sublime te inclinas a mi,
me abrazas despacio, me miras sin fin,
me dices no llores, no temas amada;
sabes?, a mi siempre podrás acudir!

 


Ya sabia tu pena, te había escuchado,
tus lágrimas vi desde mi jardín,
aunque no lo notes te llevo en mis brazos,
tus penas yo cargo contigo hasta el fin.

 


Mi Dios Majestuoso, amado Jesús,
que gran regocijo me da oír tu voz,
saber que me cuidas en todo momento
y sabes que pasa sin decirlo yo.

 


Hay tanta hermosura en tu amado rostro,
tanta calidez en tu dulce voz,
tan tibio es tu abrazo y tierna tu mano,
que ya por mis penas no sufro mas yo.

 


En este momento excelso te adoro,
me postro encantada y te doy loor,
porque me has borrado todo mi quebranto,
tan solo con verme se va mi dolor.

 


Majestuoso, Majestuoso, Majestuoso,
eres esplendoroso, magnifico Dios,
Rey del Universo que no ve mi flaqueza
y te entregas humilde a tu creación.

 


Mis labios te alaban, te adora mi voz,
mis deseos someto a tu voluntad,
en tus brazos fuertes espero tranquila
se que muy pronto nos vienes a buscar.

 

Ya no habrá mas penas ni llantos ni espinas,
no habrá mas heridas que debas curar,
solo alabanzas y gozo inefable
a tu lado por siempre habremos de estar.

 

Esa es tu promesa y la creo muy firme,
nunca me has fallado ni lo harás jamás,
se oirá la trompeta que anuncia tu regreso
y aunque este en polvo me levantaras.