eledendo

IrrupciĆ³n de la primavera

 

... esta eclosión, este estallido o borbotón sináptico de vida y forma,

este ingente canto que arranca de la tierra y que trasciende el mar, la luz y el aire,

este templo vivo levantándose y construyéndose, cual llamarada cuántica y galáctica,

todo ello, de dónde viene, quién nos lo trajo...

... porque uno habita, sale y mira los páramos del mundo

y, de repente, el humo, el fuego, el resplandor,

y esa, esa dulcísima edad del corazón acompañando y recibiéndolo,

la mía y vuestra, la que en puro éxtasis todo cree y todo espera, y, eso,

aunque esté ceñida por los viejos espantos con sus tétricos brillos, sus densidades, sus piedras,

grilletes de hierro en que llora y sufre - contra espíritu y virtud - la libertad;

... ergo, pues, irrumpo y clamo en este instante también por la pradera,

al alba,

bajo el cielo rosa y púrpura;

y aun podría parecer que, bajo tanta belleza, las heridas y golpes mortales no existieran,

pues que, al paso, tanto hechizan las notas inmortales del rocío;

... tras hondo estremecimiento, detenido el paso y en absorto tiemblo,

contra el pecho aprieto los ajuares álmicos cual culto ascético de hombre;

es un instante de fuego íntimo, mistérico y divino en busca de su fisiología o ciencia de la vida,

de su sabia voz,

su grill,

su ley:

el rito excelso de la contemplación.

 

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