Dogen

Sabanero

Hoy te nombro sin reparo

con extraños ojos viendo mi tormento,

doblando los labios por silencio;

todo bien y nada raro...

(sí sólo supieras que no es cierto)

 

-Y entonces subes por el verbo

amar, y te vuelves al principio,

amada y te alejas como siempre-

 

¿Cómo decirte que no soy nuevo?

Que sigo enervado por tus ojos

y mi verso redolente de tu inercia,

¿Cómo ser nuevo sin sentirme muerto?

 

Hoy te nombro disfrazado

adoleciendo palabras de contento,

hoy, de nuevo, te miro lejos,

y en la sinuosa línea de lo allende,

vives, respiras, mueres... y resucitas

Sabanero.