francisco de nerval

SUICIDIO

No hay nadie detras de las paredes

de esta habitación presidio.

Sólo estoy yo con las arañas, 

el polvo y el silencio sin latidos.

Oscuro y profundo agujero

cavado por mis ángeles caídos, 

redondo como un ojo o un cero

donde mora la tristeza del vacío. 

No estoy para nadie o para nada,

ausente de ese mundo nunca mío, 

encerrado en la noche sin estrellas

y penando bajo sombras del olvido.

Entre espectros y tinieblas impasible

ya no busco ni la meta o el camino.

Hace tiempo que mi voz se apagó

como llama en el mar enfurecido.

Quién me busque tan sólo hallará

estas huellas que dejó tu suicidio.