Rafael Escobar

\"CANTO A LA MADRE NATURALEZA\".

 

 

Adoro la mañana, con regias pinceladas
que pintan de natura su gran magnificencia,
adoro los listones que trae la alborada
con su dulce acuarela de radiante apariencia.

Me fascinan las tardes con crepúsculos tiernos,
la nostalgia cargando de los sueños perdidos,
admiro los arpegios de trinos sempiternos,
que cantan las palomas, contentas en sus nidos.

Del quetzal me deslumbra su radiante plumaje
que lleva el gran emblema de santa libertad,
y vivo poesía del regio pixelaje
del bosque milenario,repleto de beldad.

Contemplo la belleza del puma en su montaña,
y del roble soberbio su imponente figura,
las estrellas me asombran, con su luz, que nos baña
con la magia celeste que la vida fulgura.

Me encanta de la abeja, su miel tan deliciosa,
el olor tan extraño de frondosos cortijos,
con su vacas tan mansas, y su leche espumosa
que sirve de alimento, que beben nuestros hijos.

Susurros armoniosos del viento en la pradera,
con su soplo nos brindan los divinos alientos,
con el místico efluvio de la flor almizclera,
que deja en nuestros pechos olor de sentimientos.

Disfruto del aroma de verdes limoneros
al llegar primavera, que los pone floridos,
admiro la franqueza de fuertes jornaleros
que saben ser amigos, sin gestos tan fingidos.

Observo en las miradas, de niños, la inocencia,
que ofrece la esperanza de un mundo noble y sano,
en sus claras pupilas se vislumbra la esencia
de amor tan infinito, que trae el ser humano.

Y mi alma apasionada, tan grande amor encierra
por dos perfectas obras que dio Naturaleza:
La reina de la vida, que es nuestra Madre Tierra,
y féminas divinas, ejemplos de grandeza.

Autor: Aníbal Rodríguez.