Si tu piel es oscura, en blanca
se quiere convertir.
Hay ojos rasgados que se abren
al sol radiante inmenso que quiere reír
hasta quemar nuestros cabellos tiesos,
erizos, colochos o lacios.
En esta luz un dios te dicta
del papel al acto estúpido
hasta no querer obedecer otro dios
de cara grande y sinigual o de piedra,
porque si no hallas tu regla igual
hasta ganas te dan de matar.
¡Ah! pero confunden
la fe del buen hombre,
que calma de manera real el alma,
con cada loco deseando asesinar
con batuta y credo falso.
Juzgan un beso y manos amantes,
pero no ven lo importante que ha de ser
buscar las llamas de amor y unión
en una humanidad
donde el amar sea libertad
y nuestra alma no sea comida
por la boca infame del mal.