Cariño,
hemos hecho de los besos un lenguaje,
uno que solo tú y yo conocemos,
uno que me ha hecho descifrarte los sentidos
y que te ha hecho despertarme los instintos,
no te miento cuando digo
que me hablas con un beso
y te juro cariño mío que si fuese por eso
ya me habrías escudriñado
todos los secretos.
Más no me dan la vida tus besos
y me la quitan en vano
si de tus ojos de miel,
(cuando estamos en la cama,
mirándonos fijamente)
no brotara tanta vida,
esa que los dos ya conocemos
en el aliento del otro.
Te veo entonces
Meciéndote en mis cabellos,
navegando entre mi piel
y te lo afirmo cariño:
podría la muerte misma,
tocarme con su hoz negra
en ese preciso instante
y yo me iría con ella
sabiendo que son tus ojos,
el comienzo de lo que yo misma
he llamado eternidad.
Te lo agradezco cariño,
(espero no molestarte
cuando te llamo así)
porque algún día,
te diré:
cariño mío, te quiero,
y probablemente el recuerdo
de estas letras me traerán
al día del primer beso,
y porque no a aquel día
que yo te susurre \"te quiero\"
en el borde del andén,
aquel que hemos frecuentado
desde entonces.